domingo, 26 de enero de 2025

Smoke in the water

15/06/38. Costa de Gales.

El "Red Star" era mi hogar. Un gigante de acero que surcaba los océanos, llevando consigo las esperanzas y sueños de muchos. Milford Haven, en la costa de gales,  era nuestro destino, un puerto tranquilo donde podríamos descansar y volver a sentir tierra firme bajo nuestros pies. Pero el destino tenía otros planes para nosotros.

Aquella noche, el mar estaba en calma, las estrellas brillaban como diamantes sobre un terciopelo negro. De repente, el silencio fue interrumpido por un sonido sordo que resonó en todo el barco. Una alarma ensordecedora nos sacó de nuestro letargo. "¡Torpedo!", gritó un vigía. El corazón se me aceleró. Nunca había estado tan cerca de la muerte.

El primer torpedo pasó zumbando peligrosamente cerca, levantando una ola espumosa a su paso. El segundo siguió el mismo camino, pero afortunadamente, ambos fallaron su objetivo. Un suspiro de alivio recorrió la tripulación. Creímos haber escapado de la muerte.


Pero nuestra alegría fue efímera. El submarino, se acercó aún más. Esta vez, los torpedos fueron certeros. Uno de ellos impactó contra el casco, sacudiendo el barco de proa a popa. El agua comenzó a inundar las bodegas. A pesar del daño, el "Red Star" seguía a flote. Enviamos una señal de socorro, pero las respuestas tardaron en llegar.

El submarino no se rendía. Lanzó dos torpedos más, y esta vez el impacto fue devastador. Una explosión ensordecedora sacudió el barco. El casco se partió en dos, y el mar se convirtió en un infierno de fuego y humo. 

Me aferré a un trozo de madera y dejé que las olas me llevaran. La noche era oscura y el mar estaba embravecido. Creí que ese sería mi fin. Pero la suerte, o quizás algún milagro, hizo que me encontrara con un pequeño bote salvavidas. Exhausto, me subí a bordo y esperé el amanecer.

Cuando los primeros rayos de sol iluminaron el horizonte, pude ver a lo lejos un barco de rescate, el "Leningrado" . Habían recibido nuestra señal de socorro y habían venido a salvarnos. Al ser rescatado, me sentí renacer. Había sobrevivido a una pesadilla, pero la imagen del "Red Star" hundiéndose en las profundidades del océano quedaría grabada para siempre en mi memoria. 

Tampoco podría olvidar nunca la visión a través de sus prismáticos, las siluetas de los tripulantes del submarino disparando con su cañón y unos grandes numeros en un lateral, "327". 

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Red Star-Hundido// 2PV

327- 85PV//48PX//2 daño en el hull.

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