17/06/1938. En algún lugar del Punjab
Los gritos, agudos y desesperados, rasgaron la pesada niebla. Eran los gritos de una mujer, y el sonido les hizo helar la sangre.
"¡Por aquí!", exclamó Vikram, empuñando su cuchillo. Sin dudarlo, los tres corrieron hacia el origen del lamento, la neblina envolviéndolos.
Llegaron a la entrada de lo que parecía ser un templo antiguo, sus contornos borrosos por la densidad del vapor. El hedor a moho invadió sus fosas nasales. Sin pensarlo dos veces, se adentraron en la oscuridad húmeda. La niebla, en el interior, era incluso más densa, como si el propio edificio la generara.
"¡Ahí!", gritó Atkins, su voz resonando en el silencio opresivo. En medio de la penumbra, una figura femenina se vislumbraba débilmente. Apenas habían dado unos pasos cuando un crujido espantoso resonó por encima de ellos. Una columna masiva, corroída por el tiempo y la humedad, se desprendió del techo. Con un instinto primario, Atkins tiró de Sardar, esquivando por poco el impacto mortal. La columna se estrelló contra el suelo, levantando una nube de polvo y escombros.
Continuaron avanzando cautelosamente hasta la siguiente sala. La visión que los recibió fue grotesca: un ser delgado y deforme, un bad-nasib, se abalanzó sobre ellos con un aullido gutural, blandiendo una gran guadaña.
Antes de que Atkins pudiera siquiera levantar su revólver, Sardar, con una agilidad sorprendente, se lanzó hacia adelante, su propio cuchillo brillando en la penumbra. Con un movimiento rápido y certero, Sardar le clavó la hoja, y la criatura se desplomó con un último estertor, disolviéndose en la bruma.
Sin detenerse, avanzaron a la siguiente cámara. Aquí, la visión era aún más inquietante. La mujer estaba sobre una piedra ceremonial, dos bad-nasib más la rodeaban, sus formas retorcidas y amenazantes. El suelo de la sala estaba inundado con un líquido oscuro, y una capa densa de cenizas blancas flotaba sobre la superficie, dándole un aspecto espectral.
"¡Fuego!", gritó Atkins, levantando su revólver. Él y Sardar abrieron fuego casi al unísono. Los disparos resonaron en la sala, y los dos bad-nasib, alcanzados, se desmoronaron.
La mujer, liberada de su terror, se desvaneció. Con un chapoteo, cayó. Atkins y Vikram corrieron para ayudarla, pero antes de que pudieran alcanzarla, la superficie del agua burbujeó violentamente. Un par de ojos amarillos y reptilianos emergieron, seguidos por un morro enorme y dentado. Un cocodrilo gigantesco se lanzó contra ellos, con la furia de una bestia antigua.
El cocodrilo atacó sin piedad. Sus fauces se cerraron alrededor de Sardar, que gritó de dolor. Con una fuerza desesperada, Sardar logró clavarle su cuchillo en el flanco, pero era inútil. Las mandíbulas de la criatura se apretaron, y un último grito ahogado escapó de los labios de Sardar antes de que su cuerpo inerte se sumergiera en las aguas turbias.
La furia se apoderó de Atkins y Vikram. Ignorando el peligro, se abalanzaron sobre el cocodrilo. Atkins disparó su revólver repetidamente contra la cabeza de la bestia, mientras Vikram, con su cuchillo en la mano, apuñalaba una y otra vez el cuerpo de la bestia. Finalmente, con un estertor masivo, el cocodrilo se retorció y se quedó quieto, su cuerpo flotando sin vida.
En ese instante, la niebla comenzó a disiparse, revelando la luz tenue del amanecer que se filtraba por las aberturas del templo. El aire se aclaró, y el peso opresivo se levantó. Vikram y Atkins sacaron el cuerpo sin vida de Sardar del agua. Su rostro estaba en paz, pero su ausencia era un puñal en el corazón de Vikram.
"Esa criatura, Capitán," comenzó Vikram, su voz grave mientras la niebla se arremolinaba a su alrededor, "era una Churail. Son espíritus de mujeres que murieron de forma cruel. Se disfrazan de mujeres hermosas para atraer a los hombres, pero sus pies siempre apuntan hacia atrás, revelando su verdadera naturaleza, usted les llamaría una bruja"
Arrastrando el cuerpo de su amigo, salieron del templo. Afuera, la llanura del Punjab se extendía bajo el sol naciente, como si la noche de horrores nunca hubiera ocurrido. El aire fresco y limpio contrastaba brutalmente con el terror que acababan de vivir.
Encontraron las pocas pertenencias de Sardar. Vikram, con solemnidad, realizó una pequeña ceremonia junto a los altares de piedra, murmurando palabras antiguas que el viento se llevó. Fue un adiós silencioso, un reconocimiento de su espíritu a la tierra que amaba.
Con el corazón apesadumbrado y el cansancio en cada hueso, Atkins y Vikram comenzaron su largo camino de regreso al campamento, dejando atrás el templo, la niebla y los horrores que habían cobrado la vida de Sardar. La llanura, aunque bañada por el sol, ahora parecía guardar secretos aún más profundos y oscuros.
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LRSG- +3 puntos de reputación (Muere Sardar)
Bad-nasib - 0 (3 bajas y "la bruja")
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LRSG: 22 RP
Thomas "Tommy" Atkins. Cynical Gumshoe. 11 RP- 10 RP + 1RP Kirpan(espada).
Sardar Singh. Chief Bearer. (Baja)
Vikram- Spiritual Custodian- 7 RP- 5 RP + 1RP Cuchillo "La pinza del cangrejo"+ 1 Rifle
Li Wei. Soldier of Fortune. 4 RP
Anria. VIP. 0 RP
2 XP
9(-5) Puntos de Reputación