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sábado, 7 de junio de 2025

Alguien nos sigue

 16/06/1938 En algún lugar del Punjab

¡Vikram!", exclamó Sardar, la sorpresa y el alivio mezclados en su voz, al reconocer a la figura que surgía de entre la niebla. Dio un paso adelante, como si no creyera lo que sus ojos veían. "Maldito bastardo, pensé que... pensé que habías perecido en los disturbios de Amritsar."

Vikram asintió, su rostro impasible. "La muerte es solo un velo, Sardar.  He estado aquí, protegiendo estos lugares, este maldito valle." Sus ojos dorados se posaron en el capitán Atkins. "Vuestra llegada  ha acelerado las cosas."

Atkins, aún con el brazo dolorido y la sangre seca en su manga, observó el reencuentro con una mezcla de asombro y escepticismo. "¿Se conocen?", preguntó, señalando entre Sardar y Vikram.

"Hemos compartido más de una vida en estas llanuras, Capitán, hemos servido juntos en el ejército. Vikram,  es un fiel leal servidor del Raj" respondió Sardar, una sonrisa rara y genuina asomando en sus labios. "Vikram es un hermano para mí, aunque lo creía perdido."

Vikram se acercó a Atkins, sus ojos fijos en el cuchillo que el capitán sostenía. "Ese cuchillo que encontraste, Atkins," dijo Vikram, extendiendo una mano. "Es mío."

Atkins, con un atisbo de duda, le entregó el cuchillo. La hoja, antes fría en su mano, ahora parecía inerte, un simple trozo de metal.

La  espesa niebla comenzó a levantarse otra vez del suelo, no era niebla normal que se disipa con el viento, sino una que parecía tener peso, que se retorcía y murmuraba. 

El aire se volvió pesado, cargado de una sensación opresiva que erizaba los vellos de la nuca. El voz de una mujer pidiendo auxilio, un lamento gutural que resonaba en lo profundo de la niebla. Las sombras de los altares de piedra danzaban grotescamente en la creciente oscuridad.

"Las figuras que os atacaron... son guardianes, pero también prisioneros de este lugar," explicó Vikram, ahora con el cuchillo en la mano, un gesto que parecía devolverle una parte de sí mismo. "Han sido despertadas por una perturbación, una antigua entidad que busca poseer este lugar"

Vikram miró a Sardar, sus ojos dorados brillando en la penumbra creciente. La niebla se espesaba a su alrededor, envolviéndolos en un abrazo frío y húmedo. Las figuras, aunque invisibles, se sentían más cercanas que nunca, sus susurros casi perceptibles en el aliento helado del viento. "Hemos evitado esto durante eones, Sardar. Pero ahora, con el despertar de este poder y la presencia de vuestra intrusión... algo inevitable se ha puesto en marcha. La neblina lo envuelve todo, y en su corazón, se está gestando el momento de la verdad." 

Atkins miraba asombrado la escena cuando un nuevo grito corto la niebla.

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Vikram- Spiritual Custodian

6 RP- 5 RP + 1RP Cuchillo "La pinza del cangrejo"




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